El magnesio juega muchos papeles cruciales en el cuerpo, como apoyar la función muscular y nerviosa y la producción de energía.
Los niveles bajos de magnesio generalmente no causan síntomas.
Sin embargo, los niveles crónicamente bajos pueden aumentar el riesgo de presión arterial alta, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y osteoporosis.